"Las circunstancias hacen necesario el surgimiento de una nueva institución con vocación de servir al pugilismo y a la gran familia que lo integra. No pretendemos presumir de santidad. Somos seres humanos, no ángeles. Pero en nombre de los boxeadores, no habla nadie. Y ese es el lugar que ocuparemos. La familia se compone de varios integrantes, todos cada vez más imprescindibles. Pero de todos, el más imprescindible, es el boxeador", Sergio V. Palma
miércoles, 8 de julio de 2009
Temas que son Tabú
Por Micaela Cicioli para Medios Lentos
Hay muchas personas que nunca entenderán el arte, la pasión por el boxeo y a la hora de criticar hacen fila en la agenda de los medios. No entienden lo que para los boxeadores (con todo lo que eso implica) son “gajes del oficio”.
Nada demasiado nuevo sobre el ring. Esta nota no será para nada reveladora. De serlo estaríamos ante un problema. Simplemente apunta a reforzar y entender cómo reacciona el cerebro ante un golpe. Algo que TODOS en el ambiente deberían saberse de memoria.
Un golpazo en la cabeza lo puede recibir cualquiera, si bien es cierto que en este deporte los golpes están a la orden del día, también pasa en el fútbol, en el rugby o cruzando la esquina. Pero tampoco se puede negar lo innegable, los boxeadores están mucho más expuestos que cualquier otro. Este no debería ser un tema Tabú, al contrario habría que darle mayor trascendencia para que cada vez se sepa más y se corran menores riesgos. Cuanto más se interiorice en los recaudos que hay que tomar, menores serán las tragedias que se den con el paso del tiempo. Inclusive, uno tendrá la tranquilidad de que si hizo las cosas bien y aún así surge algún problema, será por una cuestión de azar o suerte. Sabiendo que los riegos están, pueden pasar, pero con la confianza de que se tomaron los recaudos necesarios. Llama la atención que inclusive los mismos boxeadores con tal de conquistar la gloria tampoco se cuidan como deberían. Hay un momento en la vida de los competidores que priman el honor por sobre su salud.
Tomar conciencia de lo que se puede evitar y de cómo reaccionar ante un púgil golpeado, respetando los tiempos adecuados de recuperación, es algo de lo que todos deberían estar al tanto. Porque esto es progresivo, parece que no, pero los daños van dejando secuelas. Pequeñas secuelas, que ni siquiera saldrán en un electroencefalograma.
El llamado de atención no es sólo para los entrenadores que muchas veces comenten descuidos (por ignorancia, porque ningún técnico va a querer hacerle daño a su pupilo) que lastiman al boxeador. Cabe la incógnita: Está completamente seguro que sabe cuales son las consecuencias que pueden darse a futuro cuando ante un golpe fuerte en la cabeza no se respeta el tiempo de recuperación?
Hablamos con tres médicos neurólogos quienes afirmaron lo siguiente: Dentro del cerebro, las neuronas están sostenidas por un mecanismo llamado “Red de GLIA” que es un entramado que conecta a las neuronas entre sí. En los primeros años de vida de una persona son distintos los factores por los cuales esta red logra formase con mayor o menor plasticidad, factores que tienen que ver tanto con la educación como la alimentación. Estos procesos estimulan la relación entre las neuronas y este entramado. Un ejemplo: Einstein no era tan inteligente porque tenía mayor cantidad de neuronas, sino por este entramado, o sea, por las relaciones que existen dentro del cerebro. Cuantas más conexiones hay, existen menores probabilidades de muerte producto de un golpe.
Este entramado, al recibir un sacudón fuerte, provoca que ciertas partes del cerebro queden sin irrigación sanguínea y las neuronas de esta manera puedan morir. Las redes neuronales, son afectadas porque el sacudón conmueve estas conexiones y esto puede provocar la muerte de las neuronas. Al ser redes conectadas multiplica la lesión, ya que independientemente de donde haya sido, el golpe provoca una especie de “reacción en cadena” que desestabiliza el resto del funcionamiento normal.
“Lo que produjo el golpe es independiente de lo que causa en el organismo. La persona puede hacer boxeo, fútbol o cruzar la calle para tomarse un colectivo, el daño es el mismo”, aseguró Claudia Gandolfo médica neuróloga.
Como dice el reglamento argentino el boxeador que pierde por RSC, nocaut o abandono, deberá reposar 30 días y presentar un electroencefalograma ante las autoridades médicas para poder retomar la actividad. 30 días es lo que tarda un organismo para reestructurar el tejido de la Glia dañado por un golpe. 30 días como mínimo es el tiempo en que la persona golpeada debe reposar para recuperarse completamente.
“Es de vital importancia que el cerebro no siga recibiendo golpes para que no se incremente el daño. No siempre que se reciba un golpe fuerte da como consecuencia la muerte de neuronas. Con el debido tiempo el cuerpo logra reestablecerse y evitar llegar a situaciones irreversibles”, comentó muy serio Javier Sallese médico neurólogo.
“Hay golpes, traumatismos que son reversibles, otros que no. Nadie, después de un coma vuelve a ser el mismo”, dijo Noemí Toñetti, la neuróloga de la FAB refiriéndose a este tema.
Entonces, sea cual sea el motivo por el cual la persona se golpeó la cabeza, no puede bajo ninguna excusa volver a golpearse, tiene que hacer reposo. Esto no debería ser algo nuevo, y me pregunto si la mayoría lo sabrá, porque si lo saben estarían actuando con negligencia. De este tipo de descuidos los técnicos no son los únicos culpables, sino que también lo son los mismos boxeadores que muchas veces se ponen muy cabeza dura. No pasa por aguantársela o no, por ser guerrero o no. Ya habrá tiempo y la vida dará la oportunidad de tener una revancha. Que salga bien un electroencefalograma, no quita la posibilidad de que con el tiempo surja un nuevo Artime u otro de los tantos que sufrieron secuelas irreversibles o hasta murieron.
Entonces cabe hacer una pregunta: ¿Vale la pena arriesgarse cuando se pueden evitar ciertos riesgos? ¿Vale realmente la pena no cuidarse uno mismo? La idea es sumar y que estas palabras les lleguen y tomen conciencia de que no se habla por hablar. De que hay médicos atrás de todo esto que estudian, y que por algo dicen lo que dicen.
Solamente hay que tratar de tomar conciencia, de pensar en que el daño no se verá en el próximo electro porque anatómicamente no se ve. Pero el vaivén contra el cráneo aunque no deja contusión (lesión visible) genera conmoción y esta conmoción con el tiempo va dejando secuelas. “Es una hipoteca y con el tiempo así quedan”, finaliza contundente Claudia Gandolfo
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