Por Micaela Ciccioli
El ex campeón del mundo Héctor “El Artillero” Velazco, hará su despedida del boxeo el 19 de abril a las 20hs, en una velada en Villa Gesell donde rendirá homenaje a todos los campeones argentinos.
“La idea se me ocurrió porque quería despedirme del boxeo y de toda la gente que siempre me apoyó en este deporte. Voy hacer un show con artistas, boxeadores y bandas musicales que estarán presentes”, contó “El Artillero”.
Velazco hará una exhibición con el Roña Castro y la velada no solo consistirá en hacer una fiesta de su deporte, sino que será enriquecida con espectáculos humorísticos y una pantalla gigante para recordar y rememorar pugilistas retirados como Nicolino Loche, Gatica, Monzón y Galíndez. Asistirán grandes valores del boxeo como Marcelo Domínguez (quien hará una presentación con el actor Luciano Castro), Sergio Víctor Palma, “El Zurdo” Vázquez, “Látigo” Coggi, Carlos Salazar, “El pepe” Balbi, Chacón y muchos campeones argentinos, latinos y sudamericanos. Además participarán de este homenaje autoridades Municipales y Provinciales como el intendente Hugo Curto, intendentes de toda la costa atlántica y el gobernador Daniel Scioli quienes entregarán placas a los boxeadores.
En una entrevista exclusiva con Medios Lentos Velazco nos contó sobre el balance que hace de toda su carrera:
- En mayo de 2003, salí campeón mundial en el Luna Park y recuerdo que esa noche llegué en colectivo con mi bolsito a pelear por un título del mundo. Gané por nocaut en el 7mo round contra Andras Galfi. Mi primer defensa sería en Alemania 4 meses después. Hice toda mi preparación con los jugadores de Chicago que me dieron una mano para que pudiera entrenarme como corresponde. Siempre me costó y conseguí todo por mi propio mérito, tanto vitaminas como todo lo demás que le correspondía a mi promotor. Así llegué a Alemania con todo el sueño de un boxeador que perdió a parte de su familia, que trabajó en camiones de basuras, barriendo las calles, de lava-copas o en la construcción desde los 12 años. Y 3 días antes de mi primera defensa del Titulo del Mundo me cambiaron el rival y me dan la pelea perdida por puntos en fallo dividido contra el local Félix Sturm. Me pagaron 15.000 pesos cuando gané en el Luna Park y 40 mil dólares en Alemania eso fue lo más grande que gané en mi carrera como boxeador luego de 16 años.
Velazco debutó en el campo rentado en el año 96´, un trabajador del ring que dedicó su vida a este deporte con el profesionalismo de pocos. La noche del 19 cierra su carrera con melancolía porque se siente estafado por su promotor Osvaldo Rivero. Estafa que la mayoría de la gente del boxeo reconoce como tal. Igualmente aclara que su despedida es
un homenaje que él desea hacer, porque a pesar de sentir que “a los dirigentes del boxeo solo les importa lo económico y ni un poco la parte humana”, nadie le quita la gloria de haber llegado a ser campeón del mundo y de querer homenajear a sus colegas boxeadores.
Cierra su etapa como boxeador pero abre una nueva en defensa del boxeo
-¿Cómo surgió la idea de conformar A.De.Bo.Ar?
- Creo que mi última pelea me dio el empuje para formar esta Asociación en Defensa del Boxeador y Boxeo Argentino, es tiempo de que alguien ayude a los chicos que vienen detrás para que no les pase lo mismo.
Velazco como vicepresidente y Sergio Víctor Palma como presidente apuntan con esta asociación a mejorar tanto la salud como la inclusión social a partir del boxeo. Su iniciativa consiste en brindarles asesoramiento a los boxeadores en lo que respecta a los contratos con los managers. Darles respuestas ante situaciones claras de injusticia, como la manipulación en los rankings o la mala distribución de las ganancias. Ya que los managers generalmente se quedan con gran parte del dinero que les corresponde a los boxeadores. Además quieren mejorar la salud y la educación de la gente del ambiente.
Medios Lentos se contactó Palma, ex boxeador, convertido en periodista y además presidente de esta entidad y nos contó:
- ¡Éramos pocos, y parió la abuela! Bueno, puede sonar irreverente, pero algo así exclamaron los esclavos de Abraham, Cuando Sara, su vieja mujer, dio a luz a Isaac. Sí, parece que era necesario que naciera Isaac. Como las circunstancias hacen necesario el surgimiento de una nueva institución, con vocación de servir al pugilismo y a la gran familia que lo integra. No pretendemos presumir de santidad. Somos seres humanos, no ángeles. Pero en nombre de los boxeadores, no habla nadie. Y ese es el lugar que ocuparemos. La familia se compone de varios integrantes, todos cada vez más imprescindibles. Pero de todos, el más imprescindible, es el boxeador. El boxeador es un ser muy joven y, por lo general, envejece antes de madurar. De modo que a la hora de asumirse como un ciudadano adulto, ya es un boxeador viejo. El tiempo de crecer, de formarse, lo invirtió en ser boxeador, pero, seguir en actividad ya maduro, empieza a ser riesgoso. El boxeador quiere ser boxeador. Si por boxear le pagan buen dinero, eso le certifica que a los demás les importa lo que hace. Es decir él les importa. Y eso, importarle a los demás, es lo que a sabiendas o no, moviliza a todo ser humano. Nadie, por egoísta que sea, vive enteramente para sí mismo. Existimos, si nos reflejamos en los demás, si no, no existimos. Venimos a respetar. A respetar, y a exigir respeto.”
